En numerosos estudios clínicos, ha sido demostrado que el Silymarin es efectivo en el trato virtualmente de todos los tipos de enfermedades de hígado incluyendo cirrosis química o inducida por el alcohol y hepatitis.
La habilidad del Silymarin para prevenir la destrucción del hígado y mejorar la función hepática es principalmente el resultado de inhibir los factores responsables de la destrucción del hígado, así como la habilidad de estimular el crecimiento de nuevas cálulas de hígado, que reemplazan a aquellas que han sido dañadas.
Uno de los efectos más interesantes de los componentes del Silymarin sobre el hígado es su habilidad para estimular la síntesis de proteínas. Esta acción resulta en un aumento en la producción de células hepáticas nuevas. De esta manera, se reemplazan las células dañadas o viejas, curiosamente el Silymarin no tiene un efecto estimulador sobre el tejido hepático maligno. El Silymarin puede utilizarse como un tratamiento coadyuvante en las enfermedades agudas y crónicas del hígado.
Los investigadores también descubrieron que el Silymarin bloquea diversos tipos de toxinas para que no penetren y no lesione las células hepáticas. Cundo se une a los sitios receptores en el exterior de la membrana de la célula hepática, inhibe la acción de las toxinas circulantes.
Previene el daño ocasionado por los radicales libres al actuar como antioxidante, muchas veces más potente que la actividad antioxidante de la vitamina E.
Otra de las muchas funciones del hígado es la de desintoxicar o limpiar la sangre de químicos del ambiente. Silymarin nos ha demostrado que incrementa la capacidad de reacciones desintoxicantes para muchas sustancias incluyendo pesticidas, metales pesados, mercurio, cadmio, arsénico, etc., así como también alcohol.
